lunes, 7 de febrero de 2011

Beneficios tai chi chi kung

Múltiples, de todo tipo. Físicos y mentales. Influye en todos los ámbitos de tu vida, siempre que sea una práctica continuada y querida.

SOY NUBE

A nivel físico, estira y flexibiliza tu cuerpo, dándote la sensación, tras la sesión, de ser más ligero y armónico. Experimentas delicadeza en tus movimientos, tus manos y tus dedos, y el rostro se muestra más sonriente. Me doy cuenta del espacio que ocupo y de las dimensiones de mi cuerpo. A veces creo saber cómo se siente una nube.

La respiración se amplia, tus fosas nasales se abren al mundo exterior llenando como nunca tus pulmones de aire. Te conectas con el "afuera" a través de ese lazo de oxígeno que te mantiene vivo. Esta vez sí notas como se te inflan el abdomen y el pecho, nunca pensaste que pudiera caber tanto aire...

El corazón ralentiza sus latidos, se muestra sereno y cómplice ante tu danza. Sabe que le estás cuidando y quiere renunciar a la velocidad y al alocado estrés. La sangre ahora es más fluída y circula mansamente.

Tus huesos se fortalecen, ayudando al calcio a penetrar en ellos con el suave movimiento. Disminuyen tus dolores de artrosis y artritis, la osteoporosis aminora su marcha, te caes menos porque te sientes más fuerte para caminar y continur hacia delante... Siempre con calma, sin brusquedades, sin inútiles esfuerzos.

Tu mente comienza a relajarse, ya las cosas cotidianas que tanto me enloquecen comienzan a importar menos, de nuevo me siento nube, pasajera, sin una meta y con un inmenso camino que recorrer. Paso a paso, el estrés ya no lo es tanto porque sé cómo respirar, cómo encontrar el equilibrio echando raíces en la tierra y rozando el cielo con mis manos.

Hay tantos beneficios si te mantienes firme, perseverante, si este ejercicio lo conviertes en hábito... Hazlo, pruébalo, enriquece tu mundo, dale alas a tu cuerpo, dale luz a tu mente, y sobrevuela con confianza por encima de lo cotidiano, dándole un nuevo color a tus segundos.

Me siento nube, sin peso y sin nombre, serena y flexible. No tengo meta, siempre estoy donde tengo que estar porque el mundo es mi destino. Siempre escojo el camino que es porque no puede ser otro. Voy y vengo, pliego y despliego, surjo y desaparezco sin otro fin que ser nube, pasajera y sonriente.




2 comentarios:

  1. bellas palabras.transmites mucho,yo ya me siento nube. lo leeré de nuevo.

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  2. Yo quiero ser nube tambiénnnn!!!, que el cielo es muy ámplio y tus palabras lo llenan.
    Qué definición más acertada y poética Isabel, es mejor que una lista o un montón de consejos estructurados; es más personal y se nota que lo vives y lo practicas integrado en tu vida completamente, como si cuando caminas lo llevaras (el Tai Chi) a donde llegas, arrastrando por el camino su halo mágico.

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