viernes, 16 de diciembre de 2011

Último retiro: "Apertura del corazón"

El último retiro lo realizamos los días 4, 5 y 6 de noviembre, y decidí dedicarlo a la apertura del corazón. Ahí es nada. Fuimos entrando lentamente en el mundo de las emociones con chi kung, tai chi y talleres donde la meditación estática y dinámica tuvieron la mayor importancia.
Caminamos por la vida con los sentidos cerrados a lo que nos rodea, con la inspiración olvidada, la mirada vacía y el alma encogida. No nos damos cuenta que a nuestro alrededor se desarrolla la existencia maravillosa con sus sonidos, sabores, olores, texturas y formas. Nos abandonamos a lo conocido, a lo cómodo, donde todo parece que transcurre felizmente, pero en realidad, todo se estanca y languidece. No decimos te quiero, no amamos sin condición, no lloramos lo suficiente, nos hacemos los fuertes e invulnerables y vamos recubriendo nuestro corazón con la coraza de la resignación. Por ello, nuestros ejercicios fueron profundos, de mente clara y respirar suave, y nuestros talleres nos fueron llevando lentamente, como nubecita soplada por el viento, hacia lo más escondido y anhelado que se halla en nuestro interior: la paz de ser, sólo ser.
Y descubrimos muchas cosas, cada cual las suyas, pero con un elemento común: descubrimos la necesidad de dar amor sin medir, de abrir nuestro pecho para recibir ese amor sin miedo, sin apuro, creyendo en nosotr@s y nuestro valor.
Realizamos diversos ejercicios de ayuda emocional al otro, de mirar a los ojos un poquito más allá de lo habitual, buscándonos a nosotr@s mismos en los demás. Tomándonos las manos, reconfortando al compañero sin exclusión, prejuicio ni condición. Somos tan iguales y a la vez tan diferentes, que cada día me maravillo más sobre lo hermosos que somos, sobre las inefables sensaciones que podemos experimentar sólo con ser, sólo con abrir un poquito el alma a la vida.
El broche de oro fue una meditación dinámica para abrir el corazón, donde derramamos amor en las cuatro direcciones; casi sin querer, fuimos llevados en volandas por la energía que emanaba de nuestros corazones a ese segundo de paz, de expansión y de esperanza que nos hizo eternos.

1 comentario:

  1. Todavía recuerdo la experiencia de la danza tan especial donde enviamos Amor universal a los 4 puntos cardinales. Fue algo que nunca había hecho y que nunca olvidaré.
    Gracias Isabel.

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