Relajación

Siéntate y respira.

Actualmente, la palabra relajación está en la mente de todos. Se considera algo muy necesario porque vivimos en una sociedad   altamente estresante: ruidos, malas maneras, mal humor, horarios apretados, soledades, pensamientos negativos, quejas constantes, victimismos, derrotas, agravios, etc, etc, etc... Ante este panorama grisáceo, comenzamos  a darnos cuenta de que así no llegamos a ninguna parte, que hemos de atajar cuanto antes esta sensación interna de descontrol. Y entonces es cuando me pregunto: realmente manejamos nuestra vida o somos manejados por las circunstancias? Dónde está el color de la existencia?

En fin, lo mejor para reciclar nuestro estado mental es pararse y respirar, sentarse o tumbarse, cerrar los ojos y dejarse llevar por el ritmo cadencioso de la respiración sosegada. Al principio notaremos los pulmones oprimidos, "entra poco aire ahora que estoy quieto, incluso puedo llegar a ponerme nervioso escuchando los latidos de mi  propio corazón, o los brazos y piernas se me mueven sin querer..." Y todo debido a la falta de costumbre, al ir siempre rápido y no recoger ni un segundo de nuestro tiempo para escucharnos.

Tememos nuestra propia voz, mirarnos en un espejo pero de verdad, a los ojos, es muy difícil, sentarnos simplemente a contemplar y respirar se ha convertido en una utopía... Porque  nos han enseñado que para ser una persona digna y valorada, necesitamos estar continuamente en marcha. Otra cosa, otra alternativa, sería perder el tiempo, porque hay tantas cosas que hacer que cómo se nos ocurre pararnos a respirar...! Dios mío, qué pérdida de tiempo! Anda, corre, vuela, ríe, lee, pon la tele, enchúfate al portátil, llama a un amigo, limpia, sube, baja, piensa, piensa, piensa!!! Stop, para, basta ya!!. Todo eso está muy bien, porque en la vida hay que activarse, pero también hay que relajarse y contemplar lo que nos rodea. Para conocernos a nosotros mismos y a los demás, para no juzgar, etiquetar ni criticar vamos a observarnos y observar, demos un respiro a la mente loca que nos sitúa en mil sitios a la vez y en ninguno.

Siéntate y respira, relaja tu cuerpo soltándolo, mira por la ventana la mansa lluvia, las nubes silenciosas o el juego de un perro con su dueño. Sal a pasear fijándote en las pequeñas cosas que a diario nos pasan despercibidas, deja tu mente flotar sin engancharse a ningún pensamiento. Observa la puesta de sol, la luna llena, las olas del mar, el suave movimiento del viento en las ramas. Escucha el canto del pájaro, las voces de la gente que pasa por la calle, incluso el sonido de los vehículos que componen el paisaje urbano. Mira a tu madre, tu padre, tu hermana, tu pareja, como si fuera la primera vez, sin juzgarles, criticarles ni etiquetarles: como seres humanos que son igual que tú.

Saluda a tu vecino y sonríe a quien te mire a los ojos. Construye bondades tendiendo una mano, aligerando pesos o escuchando con el corazón lo que te cuentan otros corazones. Vive sin perjudicar a nadie, no te vengues causando daño al que te lo causó porque tú no eres como él, ríete de tus tontos enfados y abraza la totalidad de la existencia porque sólo así recibirás el regalo del amor.

Este es el camino, el único camino para relajarnos, aquietarnos y comprender lo absurdo de la guerra interior. Ámate sin peros y disfruta de las cosas sencillas, muéstrate ante los demás sin mentira ni apariencias, sólo tú, siendo como eres, sin añadidos ni adornos. Sé justo y bueno, y sólo así aprenderás de tus errores y serás un ejemplo para otros que se cruzan en tu senda de crecimiento. Qué fácil parece, verdad?... Pero es lo que nos queda y lo que nadie puede quitarnos, nuestro interior. De nosotros depende actuar de una forma u otra a pesar de las circunstancias. Yo estoy en ello, intentando cada día parecerme más a mi yo futuro, a ese ser que puede mirar a la vida sin miedo. Mientras tanto, aprendo por el camino, tratando de hacer un poquito más de caso a mi corazón.


Ahora, me siento y respiro, me relajo y sonrío. Siéntate y respira conmigo, me encantará sentirte cerca.